Ya no me sale llorar. Aunque lo intente. Tengo los sentimientos escondidos: el dolor, la tristeza, la soledad... En alguna parte de mi mente tienen su escondite y no soy capaz de encontrarlos. No quiero que se vayan, no puedo perderlos, porque quizás algún día los necesite y deseo que estén ahí, para mí; que vuelvan con aún más intensidad.
Las miles de estrellas que nos observaban lo sabían. Lo saben. Conocen mis secretos, los tuyos y los nuestros. Crearon una red de luces para protegernos por si nos caemos. Ellas nos conocen bien. Parece que quieren que volvamos a sonreír los dos. ¿Para qué voy a decirlas que no? Por fin estoy comprendiendo todo. Me quisiste bajo las estrellas, me quisiste a la luz del día y siento que me querrás en cualquier lugar.