He hecho una reflexión estos días:
Cuando miro al cielo, veo esas nubes tan preciosas y pienso: ¿Porqué no son nubes de algodón? Rosadas por el atardecer brillan como si de azucar se tratase. Oh! Algodón de azucar. Más dulce que un beso. Pero no más placentero... Calentitas, blanditas y bañadas de color, así son las nubes en mis sueños.
En realidad, las nubes son grises, vacías y frías. Llenas de lluvia y lágrimas... Más angustiosas que una despedida. Pero no más dolorosas que un último adiós.
No puedo
S.L.T; Stand in the rain...
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