Lucecitas diminutas posadas en el cielo ansiosas de brillar y guiarme por este mundo de oscuridad. Yo ya no veo, me he quedado ciega. No veo más haya de lo negro. No tengo remedio ni espatoria. Me quedaré aquí para siempre susurrando palabras sin sentido y tarareando tristes canciones que ya no recuerdo ni la letra. Perdonadme dulces estrellas, aunque no sepa como llegar a vosotras seguiré luchando con lo que tengo. Me esforzaré al máximo para conseguir tocar ese cielo azul oscuro lleno de incertidumbres...
Este duro precio que tengo que pagar sin darme cuenta me carcome por dentro. No me deja respirar, no me deja ni pensar. Las estrellas me han abandonado. Ahora nadie me puede ayudar.
Me he dado cuenta que me gustan mucho los caballos más de lo que pensaba. Pero ya sé porque no decía nada al respecto. Porque si no se convertirán en otro de mis sueños rotos. Y no quiero que sea así.
¿Qué ocurrirá hoy? Maldito misterio. Estás tan cerca pero eres intocable. Eres el futuro invisible en persona.
SLT
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