Adiós.
Todo cambió cuando te fuiste allí y a mí no me llevaste.
¿Y tú?
Tú con tus ganas de volar, tú nunca parabas de soñar.
Y ahora todo salió mal.
Creías que podrías regresar.
Yo ya no te esperaré más.
Basta... ¡Ya!
Y yo cantándote, cantándote una canción
ya nada supe de los dos.
Y yo contándote, contándote una lección
ya no se supo de los dos.
Tú sí, tú sí sabías que te quería sólo a ti, entonces te vi.
Y tú, sin despedirte, sólo viste el reloj y te montaste en el avión.
Te perdiste por error.
Y siempre te guardabas el rencor.
No me pudiste olvidar.
Y ahora te vas... ¡Ya!
Y yo cantándote, cantándote una canción
ya nada supe de los dos.
Y yo contándote, contándote una lección
ya no se supo de los dos.
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