Buenas noches viajero del tiempo

Buenas noches viajero del tiempo.
Bienvenido a mi mundo, es oscuro, pero se está bien...


miércoles, 27 de enero de 2016

Y qué si...


Y qué si quiero romper con todo y reírme en tu cara. ¿Qué harías?
Y qué si caigo al suelo porque no puedo aguantar todo esto más. ¿Qué harías?

Ven, rómpeme en mil pedazos. Entiérrame. Estoy terminando contigo.

Y qué si quisiera luchar o suplicarte el resto de mi vida. ¿Qué harías?
Tu dices que no es suficiente pero, ¿qué más quieres? No estoy huyendo de ti.

Ven, rómpeme en mil pedazos. Entiérrame. Estoy terminando contigo. Mírame a los ojos, me estás matando. Estás matándome. Todo lo que quería eras tú...

Intenté ser otra persona, pero nada parecía cambiar. Ahora sé quién soy por dentro realmente. Finalmente me encontré a mi misma. Luchando por una oportunidad. Ahora sé quien soy.

Y qué si...

lunes, 25 de enero de 2016

Una ilusión

Al final ha resultado que nada ha cambiado. Mi mundo sigue igual de oscuro.


miércoles, 20 de enero de 2016

Mi mundo oscuro


Parece que mi mundo oscuro... está un poco más claro. ¿Por qué?

lunes, 18 de enero de 2016

domingo, 17 de enero de 2016

El sonido de tu voz


Elegí un día entre un millón para caer al vacío. El bendito alcohol me hizo acordarme de que no me apetecía vivir. Que dolía estar viva. Que prefería no estarlo. La vida no importaba, nada importaba realmente.
Entonces, con una maraña por pensamientos en la cabeza, me tumbé en la cama y quise con todas mis fuerzas desfallecer. Mas no lo hice. ¿Por qué? Me preguntaba. ¿Por qué hacía tan solo unas horas pude ser yo misma y nadie me animó a serlo? ¿Por qué a nadie le gustó mi forma de pensar? ¿Por qué las cosas tienen que ser como lo que la mayoría piense? Yo quería ser yo, intentar ser feliz por un momento. Fue imposible. Todos se rieron y tuve que esconderme.
Cuando por fin me escapé dentro de las sábanas mi dolor aumentó, y tuve que ocultar mi llanto para que nadie me oyera. Entre lágrimas y respiraciones entrecortadas, el sonido de su voz apareció. Apaciguadora y calmada, me arrastró de golpe a otro lugar. Un lugar donde todo estaba bien. No había olas, ni tormentas, ni frío. Estábamos resguardados de la lluvia, cálidos y protegidos de todo. Me conmoví ante su sonrisa y comencé a respirar con normalidad sobre la húmeda almohada colmada de lágrimas llenas de desesperación.
Por un momento quise morir, a los cinco minutos deseé en estar en ese maravilloso lugar a su lado.

jueves, 7 de enero de 2016

Eco

¿Hola? (¿Hola?) ¿Hay alguien ahí? Porque no escucho ni un sonido...
Estoy sola, (estoy sola).  Verdaderamente, no quiero saber dónde está el mundo, pero lo estoy echando de menos ahora.

Estoy fuera, en el límite y estoy gritando mi nombre, como una tonta, con toda la fuerza de mis pulmones. A veces, cuando cierro los ojos finjo que todo está bien, pero nunca es suficiente.
Porque mi eco (eco, eco) es la única voz que vuelve. Sombra (sombra, sombra), es la única amiga que tengo.

Escucha, (escucha): cogería un susurro si eso es todo lo que te podría dar. Pero no es así, ¿verdad?
Podrías venir y salvarme y tratar de perseguir la parte loca de mi cabeza.

No quiero ser una isla, sólo quiero sentirme viva y ser capaz de verte otra vez. Pero después... sólo mi eco (eco, eco), mi sombra (sombra, sombra) y...


miércoles, 6 de enero de 2016

Sin título

Yo pensando huir de aquí y parecía que el invierno no quería irse.


martes, 5 de enero de 2016

Quien soy yo


La cima del mundo quiero alcanzar, mi corazón hoy me pide más. Si fuera fuerte y capaz sabría quien soy, de donde vengo yo.
Un día quisiera ser libre y ser como soy. Siento que aún me falta vivir. Quiero mostrarme al mundo tal cual, sacar a la luz que llevo en mi. Encontrar mi lugar, para ser yo sin más.
Muy dentro de mi sé bien lo que haré, me mostraré sin miedo a perder. He de vivir, no quiero pensar si está bien o si está mal.
Un día...

lunes, 4 de enero de 2016

Memorias

Buenas noches. Llevo pensando todo el día de hoy. No tenía claro sobre qué iba a escribir esta noche aquí.
Cuando me meto en la ducha, no puedo reprimir un suspiro de satisfacción cuando el agua ardiendo roza mi piel, entonces, pienso en la alocada historia de La Isla, de como un grupo de amigos tiene que sobrevivir a un imprevisto accidente de avión en un trozo de tierra desolada rodeada de agua, cómo se deben sentir mis queridos personajes al no poder darse un baño caliente y aguantar días y días sin comer, con la esperanza de que alguien les encuentre pendiendo de un hilo en sus corazones. ¿Cómo no seguir escribiendo sobre esa intrigante historia de supervivencia? La convivencia puede ser duro en un sitio así, y más cuando los sentimientos nos la juegan.
En cambio, vuelvo a jugar al juego de dragones que me he descargado en el móvil y no puedo contenerme de volver al mundo imaginario de Draland y escapar de la realidad. ¿Quién no quisiera estar en ese mundo habitado por preciosos dragones? Esos seres místicos son mis favoritos, después de los dinosaurios. Curiosamente ambos se parecen un poco. Mi anhelo de poder algún día mi propio dragón me incita a que escriba sobre ello.
También echo de menos Cárcola, otro mundo de tantos, que vive latente en el universo de mi mente. Allí tengo verdaderos amigos, que me enseñaron como volar en un tabla de Skysurfin y cómo ver las olas. Echo de menos las noches tocando la guitarra en la playa y cantando canciones con ellos. Por una vez, ser la torpe y la cansina del grupo no era tan malo.
Me gusta también mi vida en La Ciénaga del Bosque de las Hadas. Recuerdo como hace unos cuantos años todo eran problemas, después Rosi y todos los demás se convirtieron en mi familia. Me encantaba la forma en la que ellos aceptaban cómo soy. Vivíamos un montón de aventuras, podría contar cientos de ellas. Sonrío al escribir esto porque recuerdo las veces que me transportaba allí a pasármelo bien. Recuerdo también mis trabajillos como la Secretaria Informativa Directiva, mi cometido era colocar carteles por el bosque y los alrededores informando sobre los acontecimientos que se iba a dar aquél día. Era emocionante, cada día ocurría algo nuevo. Si no estábamos salvando el mundo, podíamos estar haciendo un concurso de canciones y de baile... No es que dijera que no iba a volver jamás, simplemente no he vuelto a pisar ese lugar. Y aunque lo eche de menos, supongo que forma parte de un pasado maravilloso que tal vez no vuelva a vivir. Pero tengo muchos frentes abiertos por delante. Muchas ideas. Muchos lugares nuevos que descubrir...

Dejando atrás todo eso, hay algo nuevo que quiero inventar. Creo que nunca lo había hecho antes. Tal vez ahora lo necesito. Siento que me gustaría encontrar a alguien, alguien especial para mí y no para el resto del mundo. Alguien que pueda quererme de verdad. Y me siento tan idiota escribiendo esto que creo que me voy ya a la cama.


La foto no tiene nada que ver con el texto, pero me parece preciosa



sábado, 2 de enero de 2016

El dragón

Me sorprendí mucho en Draland, era uno de los planetas más curiosos que había visto en todo el universo. Era un mundo azul, repleto de islas muy diferentes. Me recordaba a la Tierra; "el planeta azul" se decía, antes de que se secara por completo. Los habitantes de Draland, en cambio, vivían de forma distinta a la Tierra, después de todo allí los protagonistas eran... los dragones.


Era increíble. Los dragones y los humanos llevaban conviviendo en ese mundo en paz y armonía durante años, hasta tal punto, que algunos de ellos se unían formando un vínculo tan estrecho e íntimo como dos verdaderos compañeros, como dos amigos, ambos con una gran inteligencia. Pero, la única condición para que aquello sucediera era que el dragón eligiera al humano, nunca al contrario, de no ser así el dragón moriría pues ellos debían de ser libres. Allí no se encadenaban dragones, ni se hacían ropajes con sus escamas, ni traficaban con sus grandes cuernos y colmillos... Todo eso estaba prohibido para que aquella paz perviviera muchos siglos más.
Era alucinante, los dragones sobrevolaban nuestras cabezas en libertad. Otros preferían estar entre los humanos, divirtiéndose con ellos, ayudándoles a cazar y a otras tareas o simplemente viviendo aventuras con sus inseparables camaradas.

Durante ese tiempo que estuve allí, conocí muchos dragones. Yo llegué en invierno, donde cariñosos dragones heráldicos de hábitat navideño venían a Draland cada año para repartir alegría a sus habitantes. El dragón de Nieve era precioso, su poder era el de congelación. Le gustaba congelar las fuentes de los pueblos y dejar bonitas formas con el agua. El dragón Cascabel era muy simpático, siempre estaba "cantando" con sus agudos rugidos que hacían eco en las montañas del valle. El dragón de Jengibre le encantaba comer y traía los más exquisitos manjares de la Isla de la Tortuga.
Cada uno era único, y tenía un carácter y aspecto diferente, tanto que, aunque fueran de la misma raza se podían distinguir unos de otros.

Mientras disfrutaba de mi estancia en Draland, ocurrió algo inesperado...

viernes, 1 de enero de 2016

Propósitos

Nunca en mi vida me he puesto a escribir los propósitos para el nuevo año. Hoy, por probar, los he plasmado en papel para recordármelos día a día y no perder el tiempo este año 2016. A ver qué tal.