Ella viene conmigo y yo voy con ella. Creo que le caigo bien. Me acompaña, sobretodo, en los días nublados, y en el camino de vuelta a casa. Me suele cantar canciones cuando me da por pensar. Sabe que me gusta pasar tiempo con ella, la calidez de su abrazo y el murmullo de su silencio me calma. Saca la realidad de mi cabeza parando el tiempo de vez en cuando. Adoro cómo me mira y cómo me mece por las noches cuando no hay nadie. Ella es de las pocas que sabe esperar a tu lado, sin juzgar, sin invitarte a irte a dormir.
Me tiene calada, está conmigo desde muy temprana edad.

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