El tiempo es una trituradora de sueños. Pasa y sientes que te quedas atrás. Es algo que no puedes controlar y va muy deprisa. Un pensamiento, una emoción... es otra piedra en el corazón.
Si me vas a decepcionar, hazlo con delicadeza. Digo que tengo las cosas muy claras pero necesito otra lección de amor, así que déjame despacio en el suelo porque no puedo empezar a llorar otra vez.
Todo lo que toco se rompe, todo lo que acerco se aleja. Siempre que lo intento, lo destrozo. Todo me sale mal. Las cosas se acaban, las luces se apagan y mi cama sigue vacía. Pero ya noto como que todo me da igual. Dichoso tiempo... ¿qué estás haciendo conmigo?
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