Ella vive en un cuento de hadas dentro de su cabeza. En algún lugar demasiado lejos para que podamos encontrarlo. Olvidó el olor y el sabor de aquel mundo que había dejado atrás. Yo traté de hacerla entender que tenía que volver al mundo real, porque todo estaba patas arriba sin ella. Pero no parecía escucharme, sólo repetía en susurros: "es difícil mantener los pies en la tierra cuando tu cabeza está en las nubes".
"Ve y busca tu pala y cavaremos un hoyo profundo para enterrar el castillo. Lo haremos juntas." Empezamos a cavar bajo la lluvia mientras las mariposas revoloteaban a nuestro alrededor.
Entonces él la encontró llorando, cubierta de barro con la pala entre sus manos. Finalmente, su príncipe vino a salvarla. Y el resto lo puedes deducir... Pero fue sólo un truco y el reloj marcó las 12, desapareció el hechizo y tuvo que asegurarse de construir su casa ladrillo a ladrillo para que nadie pudiera derribarlo. Para que la realidad no pudiera con ella. Yo le repetía: "Mantén tus pies en la tierra aunque tu cabeza esté en las nubes". Construyó un mundo de magia porque su vida real era trágica. Construyó un mundo de magia porque el suyo era un desastre. Si no es real no puedes sostenerlo en el tiempo... pero si es de verdad, puedes verlo con tus ojos, puedes sentirlo en tu corazón, incluso en la oscuridad. "Ahí es donde debes estar... Ve a buscar tu pala y cavaremos un hoyo. Enterraremos el castillo."
La obsesión de ser amada es lo más placentero y estúpido que he sentido en toda mi vida. |
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