Buenas noches viajero del tiempo

Buenas noches viajero del tiempo.
Bienvenido a mi mundo, es oscuro, pero se está bien...


viernes, 27 de diciembre de 2024

Siento la tormenta

La tormenta sigue ahí, dormida
Acechando mis noches tranquilas,
y eso, de cualquier forma,
es un alivio para mí.

Soy aquella que no teme a la niebla,
que adora los días de lluvia.
Aunque el cielo esté nublado,
el frío ya no es un problema.

Echo de menos la soledad,
palpitando estéril en mi corazón,
saboreando lágrimas saladas,
mientras tarareo una canción.

Ese miedo a la vida,
ese amor por morir,
esa mirada perdida
el mismo cuatro de abril.



miércoles, 25 de diciembre de 2024

Olvidándome

 

¿Cómo no va a latirme el corazón si me lleva gustando esa sensación toda la vida? Desde que tengo memoria la persigo, insaciable. Cuando no la encuentro me fustigo y cuando aparece, no concilio el sueño porque pienso en lo mucho que la he echado de menos. Cuando viene me doy cuenta de que no puedo soportar su ausencia. Siento el pasado sobre mí como una cascada de agua helada y no para de temblarme el corazón. Dentro de mí vuelvo a sentir el invierno más frío de toda mi vida. Brotan de nuevo todas esas preguntas y los recuerdos se empiezan a materializar en mis ojos. Miro al suelo pensativa intentando ser coherente, pero una energía arrolladora me acapara y pierdo de nuevo todo lo que creía haber ganado.

Entonces, ¿en quién pensaba antes de ti si no recuerdo nunca haber pensado en mí?

domingo, 22 de diciembre de 2024

¿Dónde estabas?

De camino al muelle del lago, me encontré una tormenta. Curiosamente, el agua estaba en calma. Todo el trayecto lo hice sola y ahora te encuentro aquí. ¿Dónde estabas? ¿Dónde estabas cuando todo se estaba derrumbando? Perdida e insegura, así me encontraste, tirada en el suelo rodeada de fantasmas. Pasé tantos días con el teléfono en la mano, esperando. Nunca llamaron, nunca se preocuparon. Al final los años fueron pasando y nadie vino a verme. 

Al final todos se van, todos se terminan yendo. Los pierdo por el camino. ¿Quién soy? ¿Quién no soy? ¿Quién quiero ser?




jueves, 19 de diciembre de 2024

corazón roto

He intentado cambiar, encontrar a alguien que me quiera así, pero siempre termino en el mismo lugar esperando que esta vez sea diferente. He tratado de ser perfecta, pero me siento como un alien rogándole al universo que me lleve de vuelta a casa. 

¿Y si te digo que estoy intentando salvarme de mí misma? Pero estoy lejos de eso. Esta es mi realidad y lo más difícil de todo es que tú no puedes arreglarme. Nací con el corazón roto.



sábado, 14 de diciembre de 2024

¿Qué pasa conmigo?

 

Tengo una personalidad alegre y un alma triste. Soy muy atrevida, pero a la vez, tímida. Amo intensamente pero a veces siento que no tengo corazón. Estoy en un proceso de sanación pero me estoy hiriendo al mismo tiempo. Me estoy dedicando a crecer y a evolucionar pero me saboteo a mí misma constantemente.

jueves, 12 de diciembre de 2024

¿Soy sólo yo?

 Me pregunto... ¿soy sólo yo? 

Porque no me gusta leer sobre cosas que no me interesan o tener que tener una opinión de todo. El arte moderno es aburrido. Odio a la gente que intenta salvarte constantemente. Los políticos son extremadamente molestos. La religión parece un negocio en el que pagas para tener el perdón de Dios. No creo que el amor dure para siempre. La música era mucho mejor antes.

Sólo soy yo... ¿o alguien se siente igual? No quiero llevar la razón pero hay veces que siento que no voy acorde con la realidad. Dime si es que sólo soy yo o alguien está conmigo pensando la misma mierda y simplemente no lo está diciendo. Quizás tenga que morderme la lengua otra vez, pero es que no puedo ser la única.


domingo, 8 de diciembre de 2024

Las respuestas

Si mi corazón no es suficiente, quizás ha llegado el momento de empezar a escucharle. Intento desentrañar por qué se repite en mi mente, como un eco, las mismas preguntas de siempre. El que habita en las montañas, ese que guarda todas las respuestas, me observaba intrigado cada tarde que iba a buscarlo.

Yo miraba cada tanto a su gato de reojo, como si en sus ojos pudiera encontrar alguna pista. Le soltaba mis preguntas sin rodeos, impulsiva, esperando que él dijera algo... cualquier cosa que rompiera mi incertidumbre. Pero aún no me atrevo a volver a verle. Su mirada, cargada de una certeza que no entiendo, me incomoda. Quizás no me he ganado todavía sus halagos.

Él siempre supo que las respuestas estaban en mí. Por eso nunca me dijo nada. Y a estas alturas de la vida lo he descubierto. Maldito sabelotodo.

viernes, 6 de diciembre de 2024

jueves, 5 de diciembre de 2024

La misma

Tú vienes de allí, y yo también. Yo soy como tú, y tú eres como yo. Escribimos la misma canción, aunque la cantemos en afinaciones diferentes. Tú interpretas un concierto de rock en tu habitación con una energía electrizante, mientras yo entro a trabajar radiante y magnética. Los viernes somos las más molonas: nos arreglamos, salimos y nos divertimos. Pero los lunes somos profesionales responsables, consecuentes con nuestras tareas. Los domingos, somos unas frikis sin remedio. Nos tiramos horas en la cama leyendo, escribiendo e inventando mundos imaginarios. A veces somos líderes innatas, otras, apenas encontramos las palabras al hablar. Pero siempre lo intentamos. Mandamos todo a la mierda, nos perdemos, nos reencontramos, y acabamos riéndonos a carcajadas de nuestras locuras. 

Somos más parecidas de lo que cualquiera podría imaginar. Llámame perdedora, si quieres, y puede que tengas razón, pero no me importa. Porque te tengo a ti. Sé que suena a cliché, pero quiero que sepas que no estás sola. Siempre te cubro las espaldas, porque somos una. Somos cualquier cosa menos normales. Puede que incluso legendarias. Somos el equipo perfecto, persiguiendo nuestros sueños. Somos únicas, inimitables. Somos la misma.




lunes, 2 de diciembre de 2024

Demasiado triste para llorar

No es que crea en algo, pero me gustaría. No tener nada en lo que creer ni en quién confiar me deja pendiendo de un hilo. Sí, me he cortado el pelo. También he bajado las persianas. He tocado la misma canción con la guitarra cientos de veces hoy. Ayer incluso intenté rezar, pero no sabía bien qué decir.

Estoy demasiado triste para llorar y demasiado borracha para levantarme. No quiero hablar; sólo quiero estar tirada en mi cama. Tampoco quiero ver a nadie, no quiero que se den cuenta de que estoy fingiendo estar bien. Ni siquiera quiero intentarlo, porque me da miedo fallar.
Lo intento y lo intento, pero sigo demasiado triste para llorar.



domingo, 1 de diciembre de 2024

Hojas de otoño

Me llené de tierra los zapatos, pero seguí caminando. Los pájaros canturreaban distintas melodías que se mezclaban con los coches de una carretera lejana. Me fijé entonces en cómo un árbol cercano agitaba sus ramas por el viento y contemplé, ensimismada, cómo sus hojas salían volando despacio hasta caer delicadamente en el suelo. ¿Cómo sería estar justo debajo y notar las hojas cayendo sobre mí?, pensé. En ese instante, sentí un aire helado en mi piel y, al mismo tiempo, las ramas del árbol junto a mí temblaron, dejando caer cientos de hojas rojizas y amarillas. Sonreí mientras aquellas hojas descendían, acariciando cuidadosamente mi cara, como si fueran copos de nieve. Algunas se enredaban en mi pelo y otras chocaban contra mi abrigo. Era como si el universo estuviera de mi parte. Cómo si, por fin, me escuchara. El viento parecía soplar más fuerte cada vez que pasaba bajo un árbol cargado de hojas de colores otoñales. Continué caminando bajo esa lluvia dorada hasta que llegué al final del camino. Entonces eché la vista atrás y me sentí la chica más afortunada del mundo.