Así que, déjame a ver si lo entiendo. Me dices que me quieres y que me has querido todo este tiempo. Que me necesitas. No me vaciles, que me haces dudar. ¿Qué hizo que no me dijeras con palabras lo que realmente sientes? Lo puedo ver en tus ojos. Todo lo que quieres decir adquiere significado ahora. Recuerdo que hace mucho tiempo me sentí de la misma manera. Sabes que no me quieres y que no me necesitas, y yo también lo sé. No hace falta que me lo digas.
Ahora los dos tenemos vidas separadas. Sólo el tiempo dirá, porque los pensamientos cambian y las estaciones pasan. No sé quién eres ahora. El amor viene y se va y esta vez sé que no seré quien te vuelva a llamar más. Pero debo confesar que tú eres mucho más de lo que recuerdo. No puedo reprimir los pensamientos. Los pensamientos de tú y yo juntos.
Nosotros somos quienes éramos entonces, he conocido a otras personas y tú has besado a otras cuantas. Pero, al final, tú sigues siendo mi día tarde.
Así que, déjame a ver si lo entiendo. Todos estos años tú estabas por algún lugar dónde nadie pudiera encontrarte. Y ahora me dices que me quieres para ti. Pero, eso no va a poder ser... eres mi día tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario