Vida extraña

Hay a veces que la vida se me hace diferente. Puede ser que cambie drásticamente sin previo aviso, otras en cambio, se produce un proceso evolutivo que da lugar a la vida extraña. ¿Cómo explicar que mi vida ya no es lo mismo?
Sí, mi vida es extraña. Tal ve si lo piensas tu vida, desde tu punto de vista (no desde el de cualquiera), también es extraña. Solo hay que fijarse en las pequeñas cosas que pasamos normalmente desapercibidas.

Empecemos por la observación. Es lo más importante de todo. Observar, ver, mirar y contemplar es fundamental. No vale pasar la mirada. Sino pensar en lo que estamos viendo.
Si vas por la calle mira al cielo, no mires al suelo. Puedes ver como las nubes se mueven, si las pierdes de vista ya nunca las volverás a ver. A veces está nublado, a veces está de un tono azul precioso. Podría haber un arcoiris... ¿Vas a perder el tiempo mirando al suelo pudiendo contemplar esa belleza?

Mira a la gente por la calle (no descaradamente) pregúntate, a dónde va, qué vida tendrá, sus intereses, sus dudas...
Mira como actúan o cómo hablan. Siente la ausencia de todos aquellos que ya no están y haz que aparezcan desde tu corazón.

Ahora, viene lo más dificil. Estarás preparado para sentir que tu vida es extraña cuando puedas ver el viento...

No lo olvides, y fíjate.

SIENTOLATORMENTA como siempre...

Víspera de Navidad

Mira por la ventana, ahí está la nieve.
Desenvuelve los regalos. Después sal fuera.
Corre e ilumina a todos con tu mirada. Empieza la pelea de bolas de nieve. El invierno finalmente ha llegado.

Me doy la vuelta mientras camino bajo las luces de colores de la ciudad y contemplas mi cara angelical.
Con una gran sonrisa, pensamos que este invierno es tan dulce que no necesitamos ver para creer lo que es Diciembre sin la víspera de Navidad.

Monta en el trineo y así nos deslizaremos lejos bajo un manto blanco. En medio de la noche probaremos la luna llena acompañados por las estrellas.
Me moquea la nariz, tengo los dedos de los pies congelados. El frío se me cuela hasta los huesos, pero me siento viva. Por eso sonrío tanto como puedo.

Los copos de nieve empiezan a caer bajos nuestras cabezas
y empiezan a flotar en el aire llevados por el viento helado.
Hasta que se posan en mi abrigo y sobre mi húmedo pelo.
Pensamos que este invierno es tan dulce que no necesitamos ver
para creer lo que es Diciembre sin la víspera de Navidad.

Estas vacaciones, sinceramente me animan

El cielo sabe de dónde viene el invierno
ya que vuelve cada año.
Y pensar que el invierno trae consigo tormentas y tristezas
Aún así la alegria de mi corazón está ardiendo
y eso me mantiene caliente...

Las lágrimas y las dudas las lanzó a las nubes
se enfrian y caen en forma de nieve.
Las sonrisas y las alegrías las cuelgo en el árbol de Navidad
y lo que consigo es acabar el año con 45 pares de calcetines.
Pensamos que este invierno es tan dulce que no necesitamos ver

para creer lo que es Diciembre sin la víspera de Navidad.

Recuerdos

Echando la vista atrás, viendo como los pájaros se meten en el huevo, cómo las mariposas vuelan hasta su capullo, observando como las plantas desaparecen sobre la tierra fértil... es así como puedo comprender que el tiempo pasa muy rápido, y que los recuerdos van desapareciendo dejando nuevo hueco para los nuevos pensamientos. Veo que el tiempo no se detiene. Que ya queda tan poco y faltan tantas cosas...
El final está al llegar siempre, no duda, no vacila. Simplemente te alcanza, como a todos.
Y esque pienso que podría pararse un ratito para dejarme descansar. No sé si decírselo. Pero no me va a entender y no seré la primera a la que haya rechazado.

Rechazar. Tienes que rechazar o renunciar a tantas cosas en la vida. Y el tiempo no es suficiente para arreglarlas...

Sólo somos biología mezclada con cultura, no más. Ni fe ni tradiciones van a poder cambiar eso. Yo lo sé.


Sí, tienes razón, ¿porque yo no lo supe escribir así?

Una triste canción susurraba un violín en la noche

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El pasado está presente

Está presente a mi alrededor, en mi mente, en mi imaginación...
En las palabras pronunciables y esas que no se pueden decir. El pasado está ahí todavía.
El pasado está en el presente. Y... a veces quiero que se vaya. Que se quede allí, en su lejana línea del tiempo, esperando ser recordado algún día.
Mis sentimientos tiritan si no te vas. Mi tristeza aumenta si te quedas.
Tal vez me tenga que despedir de tí, amigo, porque todo lo que mi mente ve cuando se siente vacía, eres TÚ.
¿Qué hago? ¿Dime que hago para que te largues? No puedo vivir recordándote todo el tiempo si no encuentro las palabras para decirte que:
No puedo olvidarte
No quiero dejarte
Quiero que te quedes
No quiero que me olvides
Quiero que me quieras...
Pero tú eres pasado y ya está, no ves lo que siento en el presente. Tu vuelas libre y puedes ir donde quieras. Yo me quedo pensando en tí como una estúpida que quiere sentirse viva de nuevo. Miro el mar, me sumergo e intento respirar y así gasto los días, otro anochecer debajo del agua. Me quedo sin aliento cuando vuelvo a la realidad y sé que ya no te importo, que ya no me quieres, que tu no estás en el mar contigo, sino descubriendo todo eso que puedes hacer con tu vida, sin mí a tu alrededor...
Sin que te diga lo que tienes o debes hacer, sin que te raye la cabeza con mis cambios de humor. Porque cuando estoy "tonta" es cuando más te quiero, aunque sé que ya no sientes lo mismo.
Pasado, tengo que olvidarte. Estarás bien sin mí. ¿Y yo sin tí?
El presente me está esperando, me pide que vuelva. Y el futuro está deseando llegar. A lo mejor te encuentre en él...
Sería la tormenta más feliz...

Llegando completamente sola al final del tunel...

No niegues por temor a desconocer lo que hay más allá de esa calle polvorienta

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Miradas

Entonces encontré la verdad entre palabras escondidas en recuerdos olvidados. Yo no fui, vosotros la encontrásteis. Entonces leí cada palabra como si fuese el único pasado memorable de mi mente. Yo no fui, vosotros las leísteis. Me pregunté si ahora sentía lo mismo de antes. Yo no fui, vosotros lo pensásteis. Sonreí porque no me quedaba otra. Vosotros también sonreísteis. Porque, en verdad, era la cosa más bonita que nunca viviremos jamás. ¿O si? Tal vez esto para mí, nunca tenga fin.

Me siento tonta, estúpida cuando pienso en lo que hago. Mi mente los describe sin querer como pájaros en jaulas. Pero luego vuelvo a la realidad y no es así. Son como mariposas transpasando unas rejas de metal a sus anchas...
No puedo decirle a las mariposas que se queden conmigo para siempre. Ellas volarán, volarán y volarán...

y volarán...

SLT