Desenvuelve los regalos. Después sal fuera.
Corre e ilumina a todos con tu mirada. Empieza la pelea de bolas de nieve. El invierno finalmente ha llegado.
Me doy la vuelta mientras camino bajo las luces de colores de la ciudad y contemplas mi cara angelical.
Con una gran sonrisa, pensamos que este invierno es tan dulce que no necesitamos ver para creer lo que es Diciembre sin la víspera de Navidad.
Monta en el trineo y así nos deslizaremos lejos bajo un manto blanco. En medio de la noche probaremos la luna llena acompañados por las estrellas.
Me moquea la nariz, tengo los dedos de los pies congelados. El frío se me cuela hasta los huesos, pero me siento viva. Por eso sonrío tanto como puedo.
Los copos de nieve empiezan a caer bajos nuestras cabezas
y empiezan a flotar en el aire llevados por el viento helado.
Hasta que se posan en mi abrigo y sobre mi húmedo pelo.
Pensamos que este invierno es tan dulce que no necesitamos ver
para creer lo que es Diciembre sin la víspera de Navidad.
Estas vacaciones, sinceramente me animan
El cielo sabe de dónde viene el invierno
ya que vuelve cada año.
Y pensar que el invierno trae consigo tormentas y tristezas
Aún así la alegria de mi corazón está ardiendo
y eso me mantiene caliente...
Las lágrimas y las dudas las lanzó a las nubes
se enfrian y caen en forma de nieve.
Las sonrisas y las alegrías las cuelgo en el árbol de Navidad
y lo que consigo es acabar el año con 45 pares de calcetines.
Pensamos que este invierno es tan dulce que no necesitamos ver
para creer lo que es Diciembre sin la víspera de Navidad.
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