Buenas noches viajero del tiempo

Buenas noches viajero del tiempo.
Bienvenido a mi mundo, es oscuro, pero se está bien...


miércoles, 5 de enero de 2011

Polvo de hada

Esa noche no dormí especialmente bien. Estaba muy nerviosa. Dentro de tan solo unas horas, iba a ser mi cumpleaños.
Cuando amaneció a las 7 y media mis ojos ya estaban abiertos y mi cuello muy resentido. Toda la noche habia estado dando vueltas para intentar dormirme, sin éxito. Me incorporé un poco y miré alrededor. Nada había cambiado y tampoco me sentí diferente. Intente por todos los medios hacerme creer a mi misma que yo sí que había cambiado, que era un poco más mayor que antes, que no era yo sino alguien distinto...
Mi mente divagaba buscando respuestas hasta que al final, pude darme cuenta que algo si había cambiado. Mi almohada. Mi almohada estaba más dura de lo normal. Me incliné un poco para ver que había debajo y la levante suavemente. Encontré un pequeño frasco de cristal, tapado a presión por un pequeño tapón de corcho y una nota atada a él, en el que ponía con letras doradas y perfectas: Feliz cumpleaños.
Me sobresalté. ¿Quién habría dejado esto debajo de mi almohada por la noche? y ¿porqué?
Lo que más me llamó la atención fue que el frasquito llevaba en su interior una especie de polvos dorados, plateados, y de tonos azules y anaranjados que brillaban al otro lado del cristal, formando reflejos preciosos. La habitación semioscura se iluminó por un montón de colores brillantes. Había una etiqueta en el frasco, escrita con letra dorada también en el que había escrito: Polvo de hada.
¿Que iba a hacer yo con polvo de hada?
Me puse a pensar... Podría utilizarlo para volar. Después lo pensé mejor: me daban miedo las alturas.
Entonces en ese momento me asomé por la ventana y miré al cielo. Su color azul claro estaba más solitario que nunca y algo se me ocurrió entonces para que no se sintiera solo.

Fui al campo buscando la flor que fabrica el algodón. Hablé con las flores y se propusieron ayudarme. Conseguí todo el algodón del mundo. Lo dividí en partes y a continuación abrí el frasco que contenía el polvo de hadas. Lo esparcí sobre el algodón y éstos empezaron a subir hasta el cielo.
El algodón blanco volador era tan bello en el cielo que se merecía un nombre. Lo llamé nube.
Las nubes es lo más precioso que existe.
Ahora el cielo ya no se sentirá solo nunca más.

Lo mejor de un cumpleaños es ayudar a los demás



S(LLLLL)T

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