Y tal vez sea un para siempre. ¿Lo sabías? Casi no pienso en tí, me miro de otra manera. El reflejo del espejo no es el mismo y me dice que me quiere. Yo le respondo que también.
Mis ojos no tienen frío. Mi piel se muere por caricias llenas de cariño. Mi boca por saborear. Y mi corazón por palpitar. Sí quiere, y no dejar de hacerlo nunca. Porque me quiere. No como tú.
Solo querías mi perdición dentro de un túnel sin salida, porque eso no era un laberinto era lo peor que he visto en mi vida. Una cosa que nunca acaba. ¿Que si me arrepiento? Nunca dejaré de hacerme la misma pregunta y nunca sabré responderla.
Sólo sé que se acabó. SE ACABÓ.¿Para siempre, dices? Eso tampoco lo sé responder. Lo siento. Son esas preguntas sin respuesta que tanto me fastidian. Lo que más me fastidia es que puede que sepa la respuesta y aún así no puede salir de mi boca.
Dejemos las preguntas a un lado, dejemos el tema un lado porque ya estoy cansada de todo esto.
Los cuentos de princesas no acaban bien.
No acaban bien, no acaban bien, no acaban bien. ARE YOU THERE? ARE YOU THERE IN MY HEAD?
Blaaack! (L)
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