Hoy es el día

Definitivamente, hoy día viernes 13, es el primer día de mi lento y doloroso suicido. Confieso que lo que me ha impulsado a hacerlo ha sido el trágico mes de mayo que ha caído en mí como una ola de agua fría de la que no te puedes secar y tampoco calentar. He intentado este tiempo atrás darme una tregua y seguir adelante. Escribiendo, leyendo, entreteniéndome... Pero ya no puedo más. Esto se acaba, esto se acabó. Mi vida es un sin sentido y me he dado cuenta estas últimas semanas. Hoy ha sido uno de los peores días de mi vida. En dónde más he llorado, pero no con lágrimas silenciosas, sino con toda la fuerza que podían sacar mis pulmones, llegando a quedarme sin apenas aire para respirar. Hoy me he dado cuenta de que tiré por tierra todo lo que había hecho y todo lo que había conseguido. Me he dado cuenta de que no quiero darle más importancia a vivir. Que no quiero pensar lo que dice u opina la gente. Que prefiero huir de críticas, mentiras e hipocresía. Me he dado cuenta que quiero estar sola y morir sola. Me he dado cuenta que nunca he querido a nadie lo suficiente como para no hacer esto. Ni siquiera a mí misma. Me he dado cuenta que no tengo miedo a morir y que lo voy a hacer. Me he dado cuenta de que el amor es mentira, y era lo único por lo que merecía la pena vivir. Así que me marcho. Me iré poco a poco, porque es la manera que he escogido para matarme. Iré despidiéndome en este blog, despidiéndome de la nada y en la nada, despidiéndome con palabras de orgullo y satisfacción. Despidiéndome de nadie.

Una decisión importante he tomado un viernes 13. En unos meses, para verano quizá, ya estaré muerta.