Todavía...
Tú te mudaste a Nueva York y conociste a una chica preciosa. Os emborrachásteis juntos sin preocuparos por nada, sin que os importara el mundo. Pero tú tenías miedo, todas ellas al final encuentran a alguien más. Y tú habías encontrado a la única. Una chica a la que le decías todo lo que te morías por decir. Llegásteis tan jodidamente lejos juntos, cómo olvidarlo... De repente sonó una canción de amor, y en aquel momento todo tenía sentido.
Cuando la canción terminara, estaríais tan sólo tumbados en la cama. Tú seguro que habrías caído rendido ante el sueño. Ella, en cambio, estaría despierta leyendo a tu lado.
Hice una lista con todo lo que dije que nunca tuvo significado. Consideré todas las cosas que nunca dije pero que nunca divagué sobre ellas. Me vestí de tus besos en la frenté y me fui. Tú me llamaste cuando te despertaste pero yo estaba profundamente dormida, muy lejos de allí.
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