Pocas veces he utilizado este blog para escribir cosas buenas o brillantes. Prefería mantener su aura misteriosa, triste y oscura. Pero ahora las cosas han cambiando bastante en mi cabeza. Hay como... ¿luz? Nunca pensé que ocurriría tal cosa. Me había acostumbrado al dolor, a la lluvia y a la oscuridad. Y se estaba tan... bien, que no quería irme nunca. Era un sentimiento familiar y reconfortante. Como una cara conocida. La soledad era mi amiga pero a la felicidad no la conocía y quién sabe cómo sería o cómo se sentiría. Mejor malo conocido que bueno por conocer, eso dicen. Y teniendo en cuenta, de que mi motivación estaba por los suelos por aquél entonces, y mi inspiración se había escondido por algún resquicio de mi mente dejándome completamente sola, era complicado salir de un pozo que yo misma había llamado "hogar".
El cambio de pensamiento fue duro y mis patrones se negaban a dejar atrás esas costumbres para adaptarse a las nuevas rutinas. Y después de unos largos meses con la mente nublada, en una extraña disociación... algo en mí despertó. Como si yo hubiera estado dormida durante años y todo lo anterior hubiera sido un maldito sueño. Y qué bien me ha sentado despertarme... ahora voy a desayunarme el mundo.
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