Te recordaré

 

Ojalá te quedaras pero esperaré aquí sentada
viendo como te vas...

Quizás te encontré de la manera más absurda. O quizás, tú me encontraste a mí. Ahora me tendré que encontrar a mí misma otra vez.

Me llenaste el corazón de cosas inexplicables. Las palabras no pueden expresar lo que me has hecho sentir. Ojalá te quedaras pero tengo que esperar aquí sentada porque no puedo hacer nada y no tenemos otra opción. 

Así que te recordaré durante el día en las cosas cotidianas; al oler el café de la mañana, al escuchar los pájaros cantar en la ventana, al poner nuestra canción e incluso te recordaré cuando piense en las cosas que podrían hacerte reír. Te recordaré cuando oiga tu nombre y algo se despertará en mí. Cuando el invierno venga frío, te recordaré y esperaré sentada a que llegue la primavera. Porque no puedo hacer nada y las estaciones pasan lentamente. En las noches más frías, tendré peleas eternas con mis sentimientos, pero ya sabía cuál era el precio a pagar antes de empezar. La apuesta ya la he perdido porque se me da bastante bien perder.